Adoptó a un bebé en terapia para que tuviera mamá en su último día, pero ocurrió un milagro
Un bebé en grave estado en la ciudad de Córdoba necesitaba urgentemente una madre. Sin pensarlo dos veces, Silvina aceptó el desafío.
La historia de Silvina Avellaneda es un verdadero testimonio de amor y esperanza. Cuando se enteró de la situación del bebé con hidrocefalia en el hospital de Catamarca, no dudó en ofrecerse como mamá adoptiva, aún sabiendo que el pequeño estaba en grave estado y que su madre biológica había fallecido.
Nueve meses después, recibió una llamada que cambiaría su vida para siempre. Un bebé en grave estado en la ciudad de Córdoba necesitaba urgentemente una madre. Sin pensarlo dos veces, Silvina aceptó el desafío.
A pesar de la incertidumbre y el temor, Silvina se comprometió a estar allí para el bebé, incluso en sus últimos momentos. Durante un mes, acompañó al pequeño en la terapia intensiva, brindándole amor y cuidado incondicional.
A medida que pasaba el tiempo, el bebé comenzó a crecer y a reírse, superando las expectativas de los médicos. Silvina celebró su primer cumpleaños con alegría y gratitud, consciente de lo milagroso que era su progreso.
Hoy, ese bebé, llamado Francisco, tiene 17 años y es un testimonio viviente del poder del amor y la determinación. Su vida es un recordatorio de que, incluso en los momentos más oscuros, siempre hay esperanza y la posibilidad de un futuro brillante.
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