Creó el primer supermercado sin cajas ni colas con un modelo de negocio propio
Eduardo Koglot lleva más de 30 años en el rubro de los supermercados y abrió un autoservicio inteligente en Colegiales
Eduardo Koglot lleva más de 30 años en el rubro de los supermercados y abrió un autoservicio inteligente en Colegiales, sin colas ni personal en las cajas, y con una inversión de US$900.000
La tecnología avanza a gran velocidad y, sin dudas, redefine toda la sociedad. Y como es de esperar, el retail no es una excepción. Uno de los sectores que en nuestro país comenzó a dar los primeros pasos del cambio fue el de los supermercados. Con el objetivo de dar respuestas a las necesidades -que llegan de la mano de la nueva normalidad- algunas marcas fueron incorporando dispositivos técnicos que no sólo mejoran, sino que efectivizan la experiencia de la compra. Así nació MiniGo una propuesta comercial que tiene un mes de vida y que se presenta como el futuro de este tipo de inmuebles comerciales.
El nacimiento del proyecto surgió poco antes del inicio de la pandemia, allá por 2019. Por aquel entonces, Eduardo Koglot (de 61 años), que lleva más de 30 años en el supermercadismo, pensó la manera de dar forma en la Argentina de la última tendencia a nivel mundial en este rubro, que tenía a Amazon Go como principal referente internacional: los supermercados sin colas ni cajeros.
Hace tan sólo unas semanas, la firma MiniGo abrió en nuestro país el primer autoservicio inteligente en la zona porteña de Colegiales (Concepción Arenal al 2900). “Los primeros pasos los dimos en 2019. En ese momento, una de las socias principales quiso hacer un local como los de Amazón Go y, por mi conocimiento en el rubro, me convocó. Pero para llevar adelante esto se requería mucho más que conocimientos del mundo de los supermercados. Fue allí donde nos contactamos con Alex Alí, un especialista en tecnología que pudo llevar a la práctica todas nuestras ideas y fantasías. Hoy, el equipo que forma parte de esta marca nuclea unas 25 personas y cuenta con: ingenieros en visión, programadores, diseñadores 3D, profesionales del retail y el staff de la tienda”, explica Koglot.
El emprendedor sostiene que este tipo de comercios no requieren de grandes espacios físicos. Se tratan de tiendas que tienen una superficie aproximadamente de 50 metros cuadrados de salón y otros tantos de depósito. “Allí se ofrece un surtido de 400/500 artículos (alimentos, bebidas, productos de limpieza y perfumería). Cada tienda tiene no menos de 40 cámaras y sensores de peso distribuidos en cada una de las góndolas. Esto está manejado por una plataforma virtual que administra el “backend” (es la parte del desarrollo web o de la app que se encarga de que toda la lógica de un sitio tenga un correcto funcionamiento) de las tiendas, tiene control automatizado de inventarios, precios, promociones y vencimientos”, cuenta el especialista.
Pero esto que resulta sencillo de explicar demandó mucho tiempo para poder ponerse en práctica de manera efectiva. Los trabajos para desarrollar desde el software hasta elegir, distribuir y parametrizar el hardware demandaron más de un año. “Acá se invirtió aproximadamente unos US$900.000 (provenientes de amigos y familiares) y mucho, pero mucho, trabajo. Lo que más tiempo llevó fue la creación de las góndolas inteligentes, ya que no hay tecnología existente que se pueda importar, sino que fue todo un desarrollo de nuestro equipo de profesionales”, explica Koglot. Y agrega: “Nuestra fuente de inspiración a nivel estético y funcional fue Amazon Go, pero debo aclarar que el modelo de negocio es una creación tan original como propia”.
Cómo funciona la experiencia de compra y pago
A través de la app de MiniGo y la creación de una cuenta personal, se registra el cliente y sus datos bancarios. Con esa app podrá acceder a la tienda, comprar, retirarse con la mercadería y se acreditará el pago en su cuenta de banco. Eduardo, su creador, así lo cuenta: “Para ingresar a comprar es necesario instalar la app, crear una cuenta y escanear el código QR de la puerta. Una vez adentro, se eligen los productos que de forma automática se van actualizado en la app a medida que se sacan de las góndolas. Tras realizar toda la selección sólo deberás acercarte a la puerta de salida y el sistema genera el cobro a tu medio de pago registrado antes de salir”, afirma el CEO de MiniGo. Además, adelantó que ya se encuentran trabajando en una nueva modalidad de ingreso con tarjeta de crédito y débito para aquellos que no deseen bajarse la app en su celular.
A más de un mes de su puesta en marcha, Koglot sostiene que no existe un tiempo promedio de permanencia en el local, pero que -sin dudas- la experiencia de comprar en estos supermercados inteligentes no tiene comparación alguna con la de los súper convencionales. “Aquí el tiempo de permanencia varía de la compra que cada usuario realice. Pero hay algo claro: todo el tiempo que se pierde en la línea de cajas de cualquier supermercado, aquí se lo ahorra”.
A la hora de pensar en la apertura, nada se dejó librado al azar. La ubicación fue estudiada tan minuciosamente como los componentes tecnológicos que se instalaron en el comercio. “Para abrir el primer MiniGo buscábamos una ubicación que contase con una población no sólo muy activa, sino también de muy buen poder adquisitivo. Además, el local debía estar localizado en una arteria con mucho movimiento”, explica el supermercadista.
Sobre la amortización de la inversión estiman que podría llevar, como mucho, unos 18 meses. “Estoy convencido de que, los locales autónomos van a tener un desarrollo exponencial en los próximos tres años. Hoy, la mayor parte de los grandes retailers internacionales están desarrollando comercios autónomos donde manda la inteligencia artificial. Desde Estados Unidos a Oriente, pasando por varios países europeos, hay proyectos de este tipo funcionando a la perfección. Nuestro próximo paso será inaugurar -dentro de dos o tres meses- otro local en la zona norte, particularmente en Pilar. Por ahora, puedo afirmar que en Latinoamérica, aún somos los únicos”, concluye Koglot.
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