Entre la noche del miércoles y la siesta del jueves, un par de delincuentes asaltaron dos comercios a mano armada, le arrebataron el teléfono a una nena y luego le dispararon a una mujer que intentó perseguirlos con su auto tras uno de los hechos. En cuestión de horas, efectivos de la Comisaría 9ª de Villa Mercedes lograron identificarlos y luego aprenderlos. Ayer, una fiscal los acusó por cinco delitos distintos y seguirán detenidos con prórroga.

El raid delictivo, o al menos el primer hecho del que la Policía tiene registro, comenzó el miércoles a las 20:20 en la carnicería Don Lorenzo, ubicada en calle Pedernera entre Colombia y Santa Fe, cuando dos personas, una de ellas armada, ingresó al local y amenazó al dueño, Cristian Sombra, para hacerse de dos mil pesos que había en la caja registradora.

Diez minutos después, a 11 cuadras de allí, en calle Brasil a metros de Juan B. Justo, sospechosos con las mismas características ingresaron con la misma modalidad al minimercado El Sobrino, donde se apoderaron de 20 mil pesos también bajo amenazas con el arma.

La víctima que denunció, una empleada de apellido Muñoz, le dio a la Policía la misma descripción que Sombra: que los sospechosos se movilizaban en una moto tipo enduro negra y que uno de ellos llevaba colocado un casco azul sin visera y el otro llevaba una gorra de color negra.

El día siguiente, cerca de las dos de la tarde, Sandra Morán, una vecina de calle Bélgica de 51 años, paseaba en bicicleta con una sobrina por calle Arenales cuando, entre Suipacha e Italia, fueron sorprendidas por dos jóvenes que se movilizaban en lo que ella describió como una moto 125 cc negra. Uno llevaba colocado un casco color rojo y el otro, el conductor, uno azul.

Los delincuentes le arrebataron un celular Samsung A12 a la menor y emprendieron la fuga, pero una automovilista de 47 años que circulaba detrás de las víctimas y vio la secuencia comenzó a perseguirlos en su Chevrolet Corsa. Primero doblaron por Italia al norte, luego en Santa Fe al este, a contramano, pero antes de llegar al cruce con Bélgica los delincuentes detuvieron la marcha, el conductor sacó un arma que llevaba escondida en la cintura y le disparó dos veces. Uno de los balazos dio en la zona media del capot del vehículo, del lado izquierdo, en cuyo interior también viajaba el padre de la conductora, un hombre de 75 años.

Las denuncias por lo ocurrido recayeron en la Comisaría 9ª, cuyos investigadores analizaron los registros de cámaras de seguridad públicas y privadas e identificaron a los dos posibles autores, uno de los cuales cuenta con antecedentes por delitos similares y es conocido en el ambiente delictivo. Para preservar posibles pruebas, la Policía comenzó a vigilar los domicilios de Sergio Ramón Muñoz, de 38 años, y de Renzo Barragán, de 31, todo el mismo jueves.

Por la noche, quizá alertado por esa consigna o a sabiendas de que los policías estaban tras él, Muñoz fue hasta la casa de un tío en calle Arenales al 300, dejó allí una moto tipo enduro 125 cc negra y se subió a un auto junto a su madre y su tío presuntamente para dirigirse a la terminal de ómnibus, donde calculan iba a abordar un colectivo rumbo a la provincia de La Pampa con el fin de eludirse.

Un patrullero les cortó el paso antes de llegar a la terminal y los tres terminaron demorados. El Chevrolet Onix en el que se conducían fue secuestrado preventivamente, igual que la ropa que Muñoz llevaba consigo. El procedimiento precipitó la ejecución de cuatro allanamientos, que se hicieron a primera hora del viernes.

Una de las requisas fue en el domicilio de Barragán, en calle Rufino Barreiro y Pasaje 1 del barrio Eva Perón 2, donde secuestraron un casco rojo, otro azul, prendas de vestir que se apreciaban en las filmaciones de los asaltos y aprehendieron al hombre. En la casa del tío de Muñoz, en calle Arenales, secuestraron la moto y otro casco rojo.

En el transcurso de la tarde los investigadores lograron que las víctimas reconocieran la ropa, los cascos y la moto. También adjuntaron al expediente un croquis que muestra que los imputados cometían los ilícitos en la misma zona en la que vivían.

Con esas pruebas, los detenidos fueron conducidos ayer temprano a una audiencia de formulación de cargos ante la fiscal de Instrucción 2, Daniela Torres, quien les formuló cargos provisorios por los delitos de “Robo calificado por el uso de arma de fuego cuya aptitud para el disparo no puede ser acreditada, dos hechos; Hurto simple; Daños y Abuso de arma en concurso real”. La defensa de ambos solicitó 8 días de prórroga de la detención, por lo que seguirán alojados en celdas de la Comisaría 9ª hasta que resuelvan su situación procesal.

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