El 66% de las personas que tienen mascotas hacen “colecho” con ellas, y duermen con ellas: ¿Es bueno o malo?

Dormir con las mascotas es más común de lo que muchos piensan: para la mayoría de las personas que tienen un vínculo con un animal, tenerlo cerca durante la noche brinda sensación de confort y seguridad. Pero tiene sus inconvenientes, y hay que evaluar pros y contras antes de acostumbrar a nuestro animalito a dormir en nuestra cama.

Lo primero a tener en cuenta es la edad: los cachorros muy pequeños se despertarán varias veces por la noche, y no podrán bajar solos de la cama. Para permitirles dormir con nosotros deben tal menos estar acostumbrados a hacer sus necesidades en un lugar fijo, para evitar accidentes desagradables.

También deben estar controlados por el veterinario, con todas las vacunas al día y desparasitados. La higiene también es fundamental, más allá de lo evidente, porque pueden transmitir algunas enfermedades, especialmente los gatos, por la suciedad de sus uñas.

El mayor inconveniente para permitirle a una mascota dormir con su dueño es la alergia: las personas que la padecen pueden agravar sus síntomas al tener al animal tan cerca durante toda la noche. En ese caso no es recomendable, porque deberán elevar la cantidad de medicación, y en el caso de los asmáticos pueden tener severos problemas respiratorios.

Pero quienes no sufren enfermedades pueden obtener grandes ventajas durmiendo con su perro o su gato. Se ha demostrado que aporta beneficios para la salud mental, y hasta mejora el sistema inmunológico.

Un estudio de la Universidad de Alberta, en Canadá, descubrió que los pacientes de dolores crónicos, mejoraron su condición al dormir con su mascota: les ayuda a regular sus patrones de sueño, les reduce el estrés y les aporta consuelo durante las crisis de dolor nocturnas.

Para los científicos de la Clínica Mayo, la gente duerme mejor si su perro está en la habitación, pero es necesario que esté sobre su cama. Sólo la cercanía proporciona seguridad y bienestar.

Por eso en general se determinó que es bueno dormir con las mascotas, siempre que sea de manera segura y controlada. Y enseñándoles a respetar las necesidades de los humanos, especialmente en cuanto al espacio que ocupan: muchos perros terminan tirando a sus dueños de la cama sin querer, o haciéndolos dormir en una posición incómoda.

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