Son de Misiones y recorrerán la Ruta Nacional 40 a bordo de una Ford F100 modelo 1977
apodada cariñosamente “dinosaurio azul”. Su objetivo es explorar los paisajes menos conocidos del oeste argentino, mostrando rincones que aún no han sido explotados turísticamente.
Julián Agustín Lovello y Sofía Samaniego, una pareja de misioneros, han emprendido una aventura singular al recorrer la emblemática Ruta Nacional 40 a bordo de una Ford F100 de 1977, apodada cariñosamente “dinosaurio azul”. Su objetivo es explorar los paisajes menos conocidos del oeste argentino, mostrando rincones que aún no han sido explotados turísticamente.
Julián compró la camioneta hace aproximadamente cuatro años con la visión de utilizarla para explorar diferentes lugares de Argentina. La camioneta, aunque mantiene la chapa original de 1977, ha sido reformada con una mecánica moderna de 1992. El proceso de restauración fue un proyecto lleno de desafíos, donde cada reparación conllevaba el riesgo de nuevos problemas, pero Julián aprovechó esta oportunidad para aprender mucho sobre mecánica.
A principios de año, la pareja realizó un viaje piloto a las playas de Brasil para asegurarse de que el vehículo estaba en condiciones óptimas para la gran aventura que habían planeado.
La Aventura por la Ruta 40
La travesía comenzó una lluviosa mañana de sábado, partiendo desde Misiones hacia Jujuy. Planean recorrer el norte argentino, incluyendo Salta y Catamarca, con la meta de cubrir toda la Ruta 40. Aunque el objetivo principal es recorrer la Ruta 40, también tienen previsto desviarse hacia puntos turísticos y rutas cercanas para hacer su viaje más variado y prolongado.
La Ruta 40, que se extiende por 5,200 kilómetros, es una de las más largas y diversas del país. Estiman que su viaje durará entre 15 y 20 días, aunque no tienen una fecha exacta de finalización, ya que su idea es disfrutar cada tramo, conocer nuevos lugares y hacer amistades en el camino.
La Ford F100 ha sido adaptada para ser autosustentable durante el viaje, permitiendo a la pareja dormir y comer en el vehículo. Sin embargo, debido a su tamaño, no dispone de baño, lo que puede ser un desafío en algunas etapas del recorrido.
También prevén encontrarse con condiciones climáticas adversas, especialmente en cumbres altas donde las temperaturas pueden rozar los 0 grados centígrados. En tales casos, tienen previsto refugiarse en hostales para evitar el frío extremo.
Más allá de viajar, el objetivo de Julián y Sofía es explorar y valorar los rincones menos conocidos de Argentina. Al recorrer la Ruta 40 desde La Quiaca en Jujuy hasta Cabo Vírgenes en Santa Cruz, buscan conocer y mostrar, a través de sus redes sociales, los paisajes que quedan fuera de los circuitos turísticos tradicionales.
La travesía de Julián y Sofía no solo es una aventura personal, sino también una oportunidad para destacar la belleza y la diversidad de los paisajes argentinos que aún no han sido descubiertos por el turismo masivo.
