Una pareja asesinó a un amigo y lo enterró en el patio para robarle sueldo
Los acusados son señalados por haber asesinado y enterrado a Pérez en el patio de su propia casa tras robarle su sueldo.
En la ciudad de Corrientes, dio inicio este lunes el juicio contra Marcelo Ruíz Díaz y Johana Lovato, una pareja acusada del horrendo crimen de su amigo y colega, Mateo Benjamín Pérez. Los acusados son señalados por haber asesinado y enterrado a Pérez en el patio de su propia casa tras robarle su sueldo.
El crimen se remonta al 6 de febrero de 2023, cuando Pérez y Ruíz Díaz salieron de su lugar de trabajo en la sucursal de la panadería y carnicería “La Reina” en la avenida Maipú. Posteriormente, ambos se dirigieron en un remis a la residencia de Ruíz Díaz, ubicada en el barrio San Roque, donde convivía con su pareja, Johana Lovato.
Cerca de las 23:30 horas, Pérez y los acusados fueron a un cajero automático en una estación de servicio YPF, donde Pérez retiró la suma de $40,000. Según la acusación fiscal, los imputados habrían robado el dinero a Pérez y, para encubrir el delito, lo atacaron brutalmente, golpeándolo en el rostro y el pecho.
Se informa que, al percatarse de que Pérez aún seguía con vida, los acusados lo inmovilizaron atando sus muñecas y lo amordazaron. Luego, Ruíz Díaz habría procedido a estrangularlo hasta causarle la muerte. Acto seguido, enterraron el cuerpo en un pozo cavado en el patio, atando también sus tobillos.
Al día siguiente, la pareja utilizó la tarjeta de débito de Pérez para extraer otros $40,000 de un cajero automático. Después de una búsqueda de tres días, la policía descubrió el cadáver en el domicilio de los acusados. La autopsia reveló que no se encontraron evidencias de heridas de arma blanca ni de fuego en el cuerpo de la víctima.
Durante la primera audiencia del juicio, Ruíz Díaz declaró ante el Tribunal de Juicio N° 2, aunque testigos señalaron que su testimonio fue confuso y parecía preparado por su abogado. Los acusados enfrentan cargos por "homicidio criminis causa", que prevé la prisión perpetua. Como alternativa, podrían ser condenados por "homicidio simple", con penas de 8 a 25 años de prisión.
El tribunal, presidido por Juan José Cochia e integrado por Ariel Azcona y Román Esquivel, continuará con el testimonio de cinco testigos más. Se espera que el juicio concluya el viernes 1° de marzo. La madre de la víctima, Mónica, clama por justicia para que los responsables reciban el castigo que merecen.
