El Instituto Nacional de Vitivinicultura aprobó la producción de vino sin alcohol en Argentina
La Resolución 5/2024, recientemente publicada en el Boletín Oficial, establece nuevas normativas relacionadas con la desalcoholización del vino, alineándose con estándares internacionales.
El Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) ha dado un paso histórico al aprobar la producción de vino sin alcohol, en respuesta a los cambios en las regulaciones internacionales y con el objetivo de promover la competitividad de la industria vitivinícola argentina a nivel global. La Resolución 5/2024, recientemente publicada en el Boletín Oficial, establece nuevas normativas relacionadas con la desalcoholización del vino y define las categorías de los productos resultantes de este proceso, alineándose con estándares internacionales utilizados en Europa y otras regiones del mundo.
Esta actualización normativa permite la desalcoholización del vino como una práctica enológica lícita, sujeta a la autorización previa del INV. Se establece que los procesos de desalcoholización solo podrán llevarse a cabo bajo supervisión y regulación del instituto.
Además, la resolución establece que el contenido de etanol del vino puede ser corregido hasta un máximo del 20%, definiendo nuevas categorías como el "Vino con Corrección de Alcohol", el "Vino Parcialmente Desalcoholizado" y el "Vino Desalcoholizado o Sin Alcohol".
Entre otras disposiciones, se requerirá autorización para el uso de equipos de desalcoholización, se obliga a mantener separados los productos desalcoholizados en los establecimientos vitivinícolas y se especifica que la mezcla hidroalcohólica resultante deberá ser destinada a destilerías o fábricas de vinagre.
Adicionalmente, la Resolución 6/2024 del INV modifica las definiciones de los Vinos Livianos o Vinos Cosecha Temprana, permitiendo un rango de alcohol de hasta un 11,5% v/v y la carbonatación de estos vinos hasta un máximo de 1 atmósfera. Se simplifican requisitos administrativos y se establecen sanciones por incumplimiento de la normativa.
Estas resoluciones, que entran en vigencia de inmediato, representan un hito en la industria vitivinícola argentina al proporcionar un marco normativo actualizado y claro para la producción y comercialización de vinos, abriendo nuevas oportunidades y desafíos para el sector.