La fábrica de Dánica en Villa Mercedes se ha convertido en el epicentro de un enérgico reclamo laboral. Los trabajadores, organizados bajo el Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros y Desmotadores de la localidad, han intensificado su lucha por mejoras salariales tras dos meses de negociaciones en busca de un ajuste acorde a la actual realidad económica.

La planta de Dánica ha sido testigo de asambleas informativas y de un estado de alerta sostenido mientras los empleados buscan equilibrar sus ingresos con el constante aumento de la inflación. Durante este período, han mantenido diálogos con la empresa en pos de un acuerdo que refleje adecuadamente las condiciones económicas cambiantes.

El Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros y Desmotadores de Villa Mercedes ha estado liderando esta lucha en pro de condiciones salariales más justas para los empleados de Dánica. Juan Domínguez, secretario general del sindicato, subraya la urgencia de abordar la creciente disparidad salarial. "Año tras año, la brecha salarial se ha acentuado debido a la inflación, por lo que estamos demandando una modificación en el acuerdo para asegurar un trato digno", declaró Domínguez.

En la actualidad, los trabajadores de Dánica perciben salarios que fueron establecidos en julio del año anterior, lo que ha generado una necesidad imperante de actualización. Domínguez señala que los sueldos de los empleados no están acorde a las tarifas actuales, creando desigualdades significativas en comparación con otras empresas que siguen el convenio aceitero. La disparidad se hace evidente al cotejar los salarios iniciales en Dánica, que no superan los $200 mil, con los de otras empresas, que alcanzan los $400 mil.

La planta de Dánica en Villa Mercedes emplea a 106 trabajadores bajo el mencionado convenio y a otros 40 fuera del mismo. Esta situación ha llevado a la realización de asambleas informativas y a mantener a los empleados en alerta constante. La expectativa está puesta en la presentación de una propuesta por parte de la empresa durante la próxima semana, la cual será minuciosamente evaluada por los trabajadores.

El origen de estos conflictos se remonta al año 2020, cuando Dánica inicialmente anunció el cierre de su planta en la provincia. Aunque se logró un acuerdo salarial diferenciado que resolvió la crisis en ese entonces, dicho acuerdo ya ha expirado. Estos desafíos se presentan en un panorama aceitero nacional en auge, donde los sueldos se consideran apropiados para sustentar a las familias de los empleados.

Este conflicto no está limitado a Dánica en Villa Mercedes, ya que la planta de Llavallol en Lomas de Zamora, Buenos Aires, también enfrenta demandas similares. El acuerdo salarial que en su momento implicó una disminución del 30% en los ingresos, se ha vuelto insostenible con la actual inflación, acumulando ahora más del 150% de desfase. El gremio a nivel nacional expresó estas preocupaciones durante las manifestaciones del mes pasado.

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