Un nuevo episodio de actitudes vandálicas preocupa a los directivos del Escuela Técnica Nº 10 “Profesor Ramiro Podetti”. 

Este lunes comenzaron las actividades con una imagen desagradable, ya que a la madrugada del domingo el establecimiento sufrió un incendio intencional en un sector del polideportivo que permanece en construcción y tuvieron como consecuencia la pérdida de la mayoría de los materiales de madera que sostenían las columnas de la obra. Las autoridades sospechan que los responsables podrían ser un grupo de jóvenes que se refugia en horarios nocturnos y prenden fuego para resguardarse del frío.

“Es lamentable comenzar la semana y encontrarse con esta destrucción tan importante. Todos estamos muy deseosos de que se ponga en marcha nuevamente el levantamiento del polideportivo, que está dentro de los planes del Gobierno, y es una lástima que por culpa de estas malas conductas la finalización de la obra se siga demorando aun más”, declaró Alberto García, regente de la institución educativa, quien aseguró que automáticamente realizaron la exposición policial.

El directivo aclaró que el establecimiento viene sufriendo diferentes destrozos desde fines de 2016 por parte de unos adolescentes que no pertenecen al colegio pero todas las tardes y noches se reúnen en la esquina de  las calles Dominga Andrada–Ramona Barroso y Uruguay con el fin de utilizar la señal de wifi que proviene de las antenas del edificio. Aquellos actos vandálicos comenzaron con la rotura de algunos vidrios de las aulas, las salidas de los calefactores y el gabinete que suministra la electricidad tanto de la escuela como la de todo el barrio Virgen de Pompeya.

Como consecuencia de estos daños, hace más de un mes la escuela determinó presentar una nota en la Comisaría 30ª, que pertenece al mismo distrito, y solicitar un recorrido policial para evitar que sigan sucediendo esos actos y además incorporó a más de veinte trabajadores del Plan Solidario para que se desempeñen como seguridad durante las veinticuatro horas. “Creemos que esta vez fueron los mismos chicos por la forma en que se produjo todo. Al no poder estar más a la vista de la policía ni de la seguridad de la institución, rompieron el alambrado del patio y se instalaron en la obra para esconderse y continuar con su rutina diaria. Aparentemente han prendido fuego para protegerse del frío, pero no fueron conscientes de que en ese espacio había muchas maderas y se incendiaron todos”, sospechó García.

El regente mostró su lamento tanto por la pérdida material como también por la imprudencia de los posibles autores. "En ningún momento solicitamos que les pongan algún castigo, simplemente como educadores tratamos de que estos jóvenes entiendan que lo que hacen es peligroso para la vida de ellos mismos", explicó.

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