Por amenazar a su ex mujer fue apuñalado con un hacha
El agresor dijo que no quiso herir al otro joven, sino que este se clavo el cuchillo cuando se le abalanzó.
El agresor dijo que no quiso herir al otro joven, sino que este se clavo el cuchillo cuando se le abalanzó.
Según las averiguaciones de la Policía y las primeras declaraciones de testigos en el Juzgado, en la mañana del domingo Silvina Sepúlveda y su amigo Facundo Gabriel Quiñones estaban en lo de la mujer, en el barrio Santa Lucía de Villa Mercedes. La tranquilidad de ese desayuno se terminó cuando Diego Bazán, el ex de la dueña de casa, llegó. El hombre había ido, al parecer, a buscar al hijo que tienen en común. Ya estaba nervioso, cada vez que se veía con la madre de su nene discutían. Pero la bronca lo sacó de sus cabales cuando vio que había otro joven en la vivienda. Ahí, por lo visto, no midió consecuencias y amenazó a su ex con un hacha. Quiñones salió en su defensa con un cuchillo. Él dijo que no quiso herirlo, pero lo cierto es que el puñal terminó incrustado en el abdomen de Bazán.
El hombre de 26 años llegó al Policlínico Regional, acompañado por Ceferino, su padre. Tenía el puñal, de 25 centímetros de hoja, hundido debajo de su tetilla derecha. Los especialistas tuvieron que operarlo para extraérselo. Por un par de centímetros el cuchillo no tocó su hígado, comentó el subcomisario Martín Estrada, jefe de la Comisaría 10ª.
Ayer, a media mañana, Quiñones se defendió ante la jueza Mirta Ucelay. Contó que el día en cuestión, cerca de las nueve y media, había ido a visitar a su amiga, en Venezuela 923. Una hora después, cuando estaban a punto de desayunar en el comedor, Bazán apareció en la puerta y alcanzó a verlo. “Silvina me dijo que yo no saliera, para no tener problemas. Lo sacó afuera y él empezó a insultarla”, relató.
“P…, atorranta ¡¿Cómo vas a meter machos en la casa?!”, le reclamaba la víctima, según Quiñones. “Yo escuché que ella decía: ¿por qué me pegas?, pero traté de no salir y que se arreglaran ellos”, declaró. Pero en eso oyó “una piña fuerte” y un golpe. Entonces decidió ir a ver lo que pasaba.
Ahí descubrió a Bazán con un hacha en las manos. “Loco, por favor, retirate”, le habría pedido el imputado. Dijo que el ex de su amiga, entonces, lo encaró y le pegó con el mango del hacha. “Yo me cubrí con el brazo izquierdo y él se me abalanzó”, relató. Con la mano que le quedaba libre sacó un cuchillo que guardaba en el costado derecho de su cintura. “Lo dejé como a unos veinte centímetros de mi cuerpo y cuando él se me vino encima se lo clavó solo con su mismo envión”, aseguró.
Narró que al momento ni siquiera se había dado cuenta de que el otro hombre se había herido. Lo notó cuando tiró el hacha y empezó a gritar. Dijo que, como tiene algunas nociones de enfermería, intentó ayudarlo, pero su amiga le sugirió que lo mejor sería que se fuera.
Se marchó hacia Villa Huidobro, su ciudad natal, afirmó Estrada. En el transcurso de la tarde, mientas los policías de la Comisaría 10ª intentaban localizarlo, el imputado de 22 años se presentó en una comisaría de la localidad cordobesa para contar lo que había pasado.
Allí el personal le informó que lo que correspondía era que regresara a San Luis y se presentara en la seccional a cargo de su causa. A su vez, los policías de Villa Huidobro se contactaron con sus pares de Villa Mercedes y los pusieron al tanto de lo que ocurría.
Al día siguiente, Quiñones entró a la Comisaría 10ª con su abogado Emmanuel Otazú y se puso a disposición de la Justicia. Desde entonces está imputado por intento de homicidio, y en cinco días la jueza instructora debe resolver si lo procesará o no por ese delito.
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