La cumbre entre Adolfo y Alberto Rodríguez Saá, que debía servir para limar diferencias entre ambos para encarar el próximo año electoral, tensó aún más la relación y profundizó la “grieta” entre los hermanos.

Así lo ratificó el propio Adolfo, ante un nutrido grupo de militantes, una vez terminada la reunión. “No hubo acuerdo. Seguimos con nuestra lucha: Adolfo Gobernador 2019”, fue lo único que dijo en la misma sede del Partido Justicialista, donde minutos antes se había reunido con su hermano.

El encuentro había sido solicitado por el senador nacional, como presidente del Consejo Provincial partidario, para plantear que desde el Gobierno, funcionarios persiguen a quienes lo apoyan en su carrera por volver a ser titular del Ejecutivo.

El ex presidente había planteado que trabajadores, dirigentes y militantes son despedidos por expresar apoyo a su precandidatura.

El gobernador, también presidente del Congreso Provincial partidario, aceptó la invitación y concurrió a la reunión. Pese a la instancia de diálogo, no se achicaron las diferencias, sino que por el contrario, se agrandaron.

Lo que tampoco hubo fue un pronunciamiento de Alberto Rodríguez Saá sobre si tiene intenciones o no de buscar la reelección en el Ejecutivo provincial o si peleará una candidatura nacional el próximo año, cuando culmine su actual mandato.

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