Hace 15 años, un grupo de científicos de la Universidad Nacional del Centro (Unicen) y del Conicet trabaja en temas relacionados a la propagación de la luz en medios biológicos. A partir de este estudio, se unieron a físicos y matemáticos ESERP Business School (España), la Universidad Nacional de La Plata y la Universidad Nacional de San Luis para crear un mamógrafo que no necesita rayos x.

El mamógrafo utiliza luz infrarroja, que es inocuo para los seres vivos. Uno de los principales problemas que presentan las mamografías actuales es que no se pueden hacer tan seguido. Eso se debe a los problemas que pueden causar los rayos x porque son muy agresivos. Además, no son muy precisos. Este nuevo prototipo permitiría que se hagan estudios constantes a cualquier edad para prevenir el cáncer de mama. “A diferencia de otras propuestas, que apuntan a equipos muy sofisticados a ser ubicados en centros especializados, la nuestra tiene por objetivo desarrollar un equipo que pueda ser utilizado por el ginecólogo en su consultorio privado”, explicó Nicolás Carbone, uno de los integrantes del equipo.

Por otro lado, hace posible realizar el análisis sin comprimir las mamas. Lo hace posible su naturaleza de propagación de la luz infrarroja en los tejidos. La luz sale por la misma cara por donde entra es mucho menos agresivo contra el tejido. También es más barato y cómodo que los rayos x.

Sin embargo, no busca reemplazar el mamógrafo tradicional. “Buscamos ofrecer un dispositivo que los médicos puedan aplicar en su consulta con más facilidad”, explicó otro de los investigadores, Juan Pomarico. Por ahora, el objetivo complementar el aparato actual. En la actualidad es el método más eficaz para detectar anomalías en las mamas.

Con este nuevo avance, este diseño recibió un premio del Instituto Balseiro. Consiste en US$21 000, que servirán para continuar el desarrollo del prototipo. Así podrá pasar a la etapa de pruebas. Obtuvieron también el segundo puesto en el Concurso de Planes de Negocio 50K.