Este fin de semana, la extraña costumbre para quienes no conocen ciertas tradiciones africanas, de realizar un cortejo fúnebre bailando y al son de música rítmica, llevó a que un funeral en Ghana terminara en una situación patética y que conmocionó a los asistentes.

Los integrantes del servicio de sepelio abusaron de las "fantasias" en su "coreo" -como diría la inefable Moria Casán, e hicieron que el féretro se fuera al suelo, terminando el fallecido revolcado en el pasto, ante el estupor de sus familiares.

Lejos de la solemnidad de los funerales occidentales o europeos, con tristes canciones como Amazing Grace o Danny Boy, o la naturalidad con que los mexicanos realizan sus rituales, en Africa es común la estridencia y la música rítmica para despedir los restos de una persona.

Pero algunos servicios fúnebres llevaron esto muy lejos, y los  bailarines contratados, se dejaron llevar por el ritmo de la canción African Borborbo de DSP Kofi Sarpong, un conocido cantante de Gospel y música cristiana, pero en un descuido perdieron el balance y se les cayó el ataúd en el pleno velorio.

Los bailarines se mostraron confundidos ante el traspié, pero ninguno se acercó a solucionar lo que habían provocado.

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