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Las hembras murciélagos ofrecen sexo a los machos a cambio de comida
Luego de monitorear por un año a los murciélagos egipcios, los resultados fueron muy claros. Las hembras de murciélago egipcio de la fruta e
Luego de monitorear por un año a los murciélagos egipcios, los resultados fueron muy claros. Las hembras de murciélago egipcio de la fruta eran las madres de los machos a los que les quitaban alimento, reforzando la hipótesis del intercambio.
Las murciélagos de la fruta hembras egipcias que viven en cautiverio toman (con mucha frecuencia) la comida de las bocas de sus pares machos. A ellos pareciera no molestarles, algo que llama la atención. Esto se debería, de acuerdo a un estudio de Current Biology, a que son pagados con sexo e hijos.“Hemos hallado una relación productor–beneficiario muy fuerte entre este tipo de interacciones y la reproducción”, indicó Yossi Yovel de la Universidad de Tel–Aviv. “Entre otras cosas, las hembras cuidan a los bebes de los machos que a menudo les retribuyen con comida”, añadió.
Las observaciones revelaron que aquellas interacciones empiezan semanas antes de que el apareamiento comience. Con el tiempo, las hembras incrementan las acciones con muchos machos antes de aparearse con solo uno ellos.
Luego de observar tres colonias de este tipo de murciélagos por un año, Yovel descubrió que los individuos buscaban y colectaban comida para ellos mismos o se aprovechaban’ de otros individuos. Esto levantó una pregunta obvia. ¿Por qué los machos permitían que principalmente las hembras les quiten la comida de la boca?
Razones de tal distracción
Hay una variedad de razones potenciales por las que los animales podrían estar muy voluntariosos de compartir comida. En ciertos casos, la comida se comparte con parientes. En otros, el costo de defender la comida podría ser muy caro. Pero en ocasiones, también podría traer beneficios como un poco de sexo, por ejemplo. (Puede leer: Una colección de cantos de murciélagos)
Luego de monitorear por un año a los murciélagos egipcios, los resultados fueron muy claros. Las hembras de murciélago egipcio de la fruta eran las madres de los machos a los que les quitaban alimento, reforzando la hipótesis del intercambio.
Otro hallazgo curioso fue que no hubo superposición entre machos preferidos por las hembras, lo que sugiere que estas escogieron a sus parejas basadas en cierta preferencia individual. Esa preferencia tendió a cambiar año a año.
Los investigadores dijeron que en estudios futuros, analizarán cómo estas relaciones evolucionan y cambian sobre periodos extensos de tiempo. También, intentarán descifrar cómo estas interacciones funcionan con poblaciones silvestres.
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