Con gran satisfacción cerró la 5ta. Exposición de Motos Clásicas y Antiguas del AMCA. Si bien el número de motos expuestas era el doble durante el año anterior, para su segundo año consecutivo, debido a las características del sector de Digitalia donde estuvo la exposición este año, merecía que las consideradas como las más completas estuvieran este año.

Cada moto estaba acompañada de su ficha técnica que describía marca, modelo, su origen, historia y los datos de su dueño. Entre esas historias , los visitantes pudieron admirar las condiciones de estas reliquias de dos ruedas y las anécdotas de cada una. Entre ellas, las que habían sido rescatadas y transformadas de un montón de chatarra hasta la restauración como el modelo original. Otra, “la bastarda”, mostraba en fotos la transformación realizada por su dueño y los kilómetros recorridos, uniendo los extremos de nuestro país: “Desde la Quiaca hasta Ushuaia”. También había una Puma que era del padre de su actual dueño, con la que lo llevaba a la escuela, y fue recuperada y traída desde Mendoza.

Entre las motos nacionales e importadas, se destacaron las Puma de la década del ’50, símbolo del fervor industrial gracias al Plan Quinquenal del primer gobierno de Juan Domingo Perón. Esta quinta exposición para la agrupación y la segunda en La Pedrera dejó el valor simbólico y emocional que puede llegar a tener una moto, que va más allá de lo material.