Renunciaron al trabajo y vendieron el auto tras un sueño: los cordobeses que ficharon en el ascenso europeo
Lucas Perlog y Santiago Carrara, a los 27 años, dejaron todo atrás y se fueron a probar suerte a Europa. Juegan juntos en el FC Cadenazzo, d
Lucas Perlog y Santiago Carrara, a los 27 años, dejaron todo atrás y se fueron a probar suerte a Europa. Juegan juntos en el FC Cadenazzo, del ascenso de Suiza. Cuentan su loca historia.
a frase se la repitieron amigos, familiares y conocidos. La escucharon una y mil veces. “Estás grande ya para estas cosas”. “Estas loco”. “Cómo te vas a ir así”. Pero a veces no hay que escuchar a los demás sino escuchar lo que pide el corazón. Y el corazón pedía jugársela.
Hoy, los cordobeses Lucas Perlog y Santiago Alberto Lorenzo Carrara agradecen haber arriesgado y apostar fuerte en esa lotería que es el fútbol.
Ambos, a sus 27 años, abandonaron el fútbol amateur de la Liga Cordobesa, también a sus familias, para ir detrás del loco sueño de fichar en algún club del ascenso europeo. Y les fue bien.
Perlog y Carrara viajaron junto a la empresa de representación ATCC Soccer, que arma una especie de tour de amistosos en Europa con jugadores locales que van a mostrarse, pagándose el viaje. Y allí esperan ser vistos por algún club para quedarse.
Eso sucedió con estos cordobeses que firmaron con el FC Cadenazzo del ascenso suizo. Y allí están, luego de renunciar a sus trabajos en Córdoba y de vender el auto para costear todo.
(Gentileza Sebastián Pagani)“Esto salió gracias a ATCC Soccer. Me enteré y me la jugué. Vinimos varios chicos de la Liga. Fuimos a pruebas a Italia y también a Suiza para jugar varios partidos. Yo quedé en FC Cadenazzo, que es el pueblo donde estoy parando. Estoy junto a Santiago Carrara, ‘el Colo’. Somos como hermanos. Tiramos los dos para el mismo lado. Nos damos fuerza. Yo tengo mi hija (Isabella) que va a cumplir siete meses y la extraño muchísimo, a toda mi familia, a mi señora. Pero todo sea por este sueño”, cuenta Perlog, un volante central que hizo inferiores en Instituto y luego pasó por Villa Azalais (el club de su barrio) y Argentino Peñarol. Lucas trabajaba como empleado de limpieza en un CPC.
“Esta aventura es algo que significa mucho para nosotros. Yo trabajaba en una zapatería, laburaba muchas horas y jugaba al fútbol. Para venir acá vendí el auto, renuncié al trabajo. Fue jugársela mucho. Es parte también de un placer, pero fue un gran riesgo también. Los afectos los dejamos allá, y aunque seguimos conectados, no es fácil. Te mueve el piso estar acá, luchar por este sueño”, agrega Carrara.
“Estoy en el lugar donde siempre soñé, buscaba siempre una oportunidad como esta. Dios nos dio una oportunidad muy grande de estar acá. Ahora tenemos que meterle y progresar, y hacer lo que sabemos. Uno está agradecido a la Liga Cordobesa, por todo lo que me enseñó. Ese potrero te ayuda muy mucho. Cuando cuidas la pelota, usar los brazos. Eso marca la diferencia”, cuenta Perlog.
“Este club, Cadenazzo FC, es muy profesional. Tenemos ropa para entrenar, las instalaciones, los campos de juego, los elementos de trabajo... Todo es de primera calidad. Te dan todos los complementos, la alimentación. No tiene nada que envidiarle a un club de Nacional B de allá o un club del Federal A. El lugar donde vivimos sería la parte italiana de Suiza. Nos habían dicho que era un país muy desarrollado y la verdad que es impresionante, en cuanto a seguridad, organización, es excelente. El pueblito es chiquito, de unos 3 mil habitantes. Pero cerca tenemos a Locarno. Es muy lindo. Estamos a 30 kilómetros de Italia”, agrega Carrara, un mediapunta o delantero con velocidad y llegada al gol.
Así lo dice Carrara: “Hemos pasado por muchas cosas, buenas y malas allá en Argentina. Estamos acá y queremos más. Creemos que estamos para más. El potencial, la garra y el hambre que tenemos nosotros nos hace diferentes. Esto es una vidriera. Lucas debutó muy bien y se afianzó en el mediocampo. Sentimos que no hay techo. Por ahí nos reprochan la edad, pero para nosotros está en un segundo plano. El hambre de gloria que tenemos está intacto”.
(Gentileza Sebastián Pagani)En Cadenazzo, donde viven y comparten un departamento que les da el club (también reciben la comida, en un restorán a metros de su hogar), se encontraron con un fotógrafo cordobés a quien apodan “Sebita”, quien oficia de guía y ayuda permanente. Además, toma las imágenes en los partidos.
“Estamos en el lugar donde queríamos estar. Nos encontramos con un grupo que nos recibió muy bien. A veces me cuesta un poco el lenguaje, pero voy aprendiendo. Santiago habla bien porque supo estar en Italia y se maneja bien. El ayudante de campo de nuestro equipo es argentino y eso ayuda. Además conocimos a este fotógrafo que es cordobés y nos está dando una gran mano también. Todo se dio de la mejor manera. El lugar es hermoso y estamos viviendo una experiencia hermosa. Siempre hay que luchar por el sueño porque la chance puede llegar”, cierra Lucas.
Hoy, ambos pueden vivir del fútbol y dedicarse ciento por ciento a su pasión, como profesionales. Con la idea de escalar y seguir creciendo. Todo, porque se la jugaron. Y se animaron a soñar.
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