El caos y la tensión social en Chile no disminuye y este miércoles se llevan a cabo nuevas protestas en distintos puntos de Santiago. Según confirmó el gobierno del país vecino, ya son 18 los muertos, entre estos un nene de 4 años, y aún se registran saqueos y enfrentamientos entre los manifestantes y los Carabineros.

Las cifras son alarmantes: 269 personas heridas y 1900 detenidos, de acuerdo al Instituto Nacional de Derechos Humanos. Ni siquiera el anuncio del presidente Sebastián Piñera sirvió para calmar las aguas. El martes por la noche el mandatario comunicó la decisión de lanzar una agenda de “unidad nacional” con medidas sociales para paliar las desigualdades. Entre estas, una baja en el precio de los medicamentos y un aumento del salario mínimo.

La respuesta fue una nueva jornada de movilizaciones y enfrentamientos, la sexta consecutiva.

El ministro de Justicia y Derechos Humanos chileno, Hernán Larraín, se refirió este miércoles a los recientes hechos de violencia y destrozos en el patrimonio público. “Nos duele profundamente constatar la existencia de personas que han fallecido, o que han sufrido a raíz de los hechos ocurridos en estos días, Nos preocupa, nos causa dolor”, señaló, y rechazó las versiones acerca de supuestos centros de detención.

El país trasandino continúa en estado de emergencia bajo un estricto control del Ejército y la permanencia del toque de queda, es decir, la prohibición de circular por las calles después de las 20. Solo aquellos que tengan un permiso podrán hacerlo.

Entre las principales quejas de los protestantes se encuentran la privatización del modelo de pensiones, las dificultades económicas para acceder al sistema de salud y los bajos salarios.

Hasta las 14 las protestas en Santiago se desarrollaban sin inconvenientes, pero minutos antes de las 15 la situación se desmadró: hubo piedrazos, corridas y nuevos saqueos. La movilización se concentra en la Plaza Italia de Santiago y en sus calles aledañas. A su vez se registran protestas en la carretera principal de Valparaíso (centro), el muelle de Iquique (norte) y la Plaza de Armas de Curicó (sur).

Mientras tanto, el metro de Santiago opera con tres líneas de manera parcial, aunque los colegios y universidades siguen sin clases y la actividad del comercio se redujo considerablemente debido al cese de actividades en 670 locales.