El 22 de abril del 2019, Carina Valeria Di Marco fue condenada a cumplir 18 años de prisión tras ser encontrada culpable de ser “participe necesario” en los abusos que su pareja, Lucas Gómez había perpetrado sobre su hija, Florencia.

La niña de 12 años fue encontrada sin vida el 23 de marzo del 2017, un día después que su padrastro denunciara ante la Policía que había desaparecido. El asesino abusó de la niña, anal y vaginalmente, y después de estrangularla con un lazo la arrojó al vacío.
Tras la sentencia, la defensa de Di Marco, a cargo de Karina Mantelli apeló a la determinación. Hoy se conoció que el Superior Tribunal de Justicia rechazó la solicitud y confirmó la pena.

La causa llegó al Alto Cuerpo, integrado por Carlos Cobo, Lilia Novillo y Martha Corvalán, por un recurso interpuesto por Mantelli, según informaron desde Prensa Judicial.
Los magistrados analizaron los cuestionamientos de la defensa y determinaron en que “no logran conmover los fundamentos de la sentencia”.

“Surge acreditado en autos la omisión de actuar de la madre en las distintas ocasiones en que se puso en peligro el bien jurídico (la integridad sexual de su hija)”, plantearon en el fallo.

Di Marco está detenida en el Servicio Penitenciario desde el 4 de abril del 2017. Al final el juicio en su contra consideró que su condena fue “injusta”.
Fue la única que enfrentó el proceso oral debido a que Gómez se suicidó dos meses después del hecho.